Bueno ya iba siendo hora. Se lo había prometido hacía ya la tira, pero más vale tarde que nunca. A ver si me acuerdo cómo era esto de dedicarle una foto a un miembro del equipo y que tenga gracia sin ofender. En fin, que decir de este personaje... pues primero el nombre: Álvaro (como mi hermano), jugador polifacético donde los haya, ha jugado y puede jugar prácticamente en todas las posiciones. Aún me acuerdo cuando yo era una rata (estaba en 2º de E.S.O. , categoría Infantil) y me subían con los mayores. Me pasaba la vida en el banquillo, chupándolo como si fuera un chupa chups. Ya que no podía jugar, me dedicaba a observar (incluso analizar) cómo hacían los demás chavales para estar de pie y no sentados como yo. En un partido contra el Seis do Nadal en el Eijo Garay me fijé en uno alto que subía la pelota. Era el base. Posiblemente fuese el que más destacaba, no sé si porque los otros eran muy malos o porque de verdad él era bueno y no lo sabíamos. El caso es que pronto me di cuenta de que era de mi cole y me pregunté por qué no jugaría en el equipo. Pasaron dos años desde aquel encuentro en las canchas (bueno, yo en el banquillo) y ahora es nuestra segunda temporada jugando en el mismo equipo, el Apóstol, claro. ¡Quién lo iba a decir! Bueno, ahora que lo recuerdo, ya nos conocíamos de primaria. Cuando éramos unos pequeñajos coincidíamos en el bus y el tipo siempre confundía el nombre de mi hermano con el mío. Vamos que nos llamaba al revés. Espero que lo hiciese aposta... aunque nunca llegué a comprenderle. En fin, que es un placer jugar a su lado, me lo paso genial. Siempre nos sorprende con alguna jugada “chorras” de las suyas. Destacar su ya mítico cambio de mano por la espalda, que yo creo que es un tic porque lo repite continuamente, hasta cuando va solo en contraataque. Es graciosísimo. Y luego están sus innumerables palmeos en los entrenos, que desquician pero molan. Bueno tío sigue así y no más lesiones (ni tuyas ni mías). Me tienes aquí para lo que quieras, menos para llevarte en colo, aprende a andar con las muletas, ¡vago! Gracias por todo crack.
